lunes, 29 de octubre de 2012

LOS BUENOS MODALES

Qué son los Buenos Modales?

Los Buenos modales son la expresión de lo mejor que cada uno tiene en su corazón para dar a los otros. ¿Bondad o egoísmo? No es simple romanticismo o cursilería. Los buenos modales verdaderamente expresan el nivel de conciencia que tenemos hacia la dignidad de los demás.

    Es por esto que es importante
  • Aprender a sonreír, independientemente de tu temperamento.
  • Tener el hábito de saludar, independientemente de tu posición en la empresa.
  • Vigilar el tono de tus palabras para no ofender al otro.
  • Ser consciente del daño que hacen las malas palabras.
  • Ser conscientes de que los gritos deben evitarse al comunicarse con la pareja y los hijos.
  • Cuando hay necesidad de llamar la atención o discutir es necesario recordar que queremos integrar no desintegrar.
  • Ser consciente que las carcajadas en una mujer la hacen parecer vulgar. Se puede reír con muchas ganas sin necesidad de hacer escándalo.
  • Saber comportarse al tomar los alimentos.
Cuando una mujer decide desarrollar y perfeccionar la cultura de los buenos modales para enriquecer su personalidad y así enriquecer a los otros, está trabajando en todas las áreas de su vida.


Los Buenos Modales en la dimensión física

Porque estarás preocupada por aprender e ir en la búsqueda de un estilo personal tuyo que abarcará las piezas de tu guardarropa, maquillaje y peinado. Ese estilo tiene que expresar la verdadera tú, tus valores, así como tus ambiciones profesionales.

Los Buenos Modales en la dimensión humana

Cuando, por ejemplo, nos decidimos a tomar unas clases de etiqueta para aprender el uso y manejo de los cubiertos, estarás aumentando la confianza en ti misma ya que ante el conocimiento de lo que es correcto y de lo que es incorrecto, te manejaras con mayor soltura. Aprender a poner una mesa, así como tener el conocimiento básico de los principales vinos y bebidas es importante independientemente de tu posición social.

Los Buenos Modales en la dimensión espiritual

No es lo mismo saludar con la alegría de saber que vas a un encuentro con otros, a saludar por que es una costumbre. La verdadera relación con los otros se construye desde las potencias espirituales y requiere de un esfuerzo interior para hacer de un saludo simple, aparentemente, una canción de bienvenida para los otros.
Esto requiere, que haya en efecto reservas, combustible, abono. Me refiero a que la vida interior, añade un velo especial al alma de una mujer. Te hace más sensible, más cálida, más humana. El corazón se vuelve frondoso, y ansioso por crear nuevas formas de relacionarse con los otros.
Por último, un consejo que no estará de más. Los buenos modales se demuestran en gestos, igual que en palabras y hechos. Su distintivo es la sonrisa. El poeta Horacio lo decía: "Nada impide decir la verdad sonriendo". Piénsalo.


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